El inglés tiene fama de tener un sistema vocálico endiablado, y ciertamente lo tiene, más teniendo en cuenta que tiene decenas de dialectos que fundamentalmente se diferencian en la pronunciación de las vocales.
Pero el problema para un hispanohablante que está aprendiendo inglés no es tanto la complejidad del sistema vocálico del Inglés como la simplicidad del sistema vocálico de su idioma materno: el Castellano. Éste está considerado como uno de los más simples que existe dentro de los idiomas más hablados, sino el más simple, y literalmente define el sistema canónico de vocales. Hasta donde yo sé sólo el Rumano se le parece en simplicidad, con las 5 vocales canónicas y dos vocales centrales (una de ellas el Schwa de la que hablaremos más tarde). De hecho si alguna vez te has preguntado por qué los rumanos tienen tanta facilidad para aprender el Castellano ya tienes la respuesta, a los hispanohablantes les costaría un poco más hablar Rumano pero desde luego mucho menos que hablar Inglés, mala suerte.
Ahora bien si conseguimos hacernos más o menos con el sistema vocálico del Inglés nuestro nivel del idioma va a pegar un fuerte estirón, se va a colocar en un nuevo nivel desde donde es mucho más fácil progresar. Claro que mucha gente opina que la pronunciación es la parte más difícil del Inglés, yo al contrario opino que es de la más fáciles.